viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 8

El fuego de una gran antorcha iluminaba el gran pasillo por el cual el viejo me guiaba...
-¿A donde me lleva?- le pregunté..
-Le otorgaremos las Armas mágicas, Sylph..- me respondió él con una voz ronca..
Me acerque lentamente a los guardias que tenía a los costados míos..tenía que sacarme la duda... ya no podía resistir. -Disculpe, pero ¿alguno de ustedes sabe la edad del viejo?- les susurre..
Los guardias guardaron silencio..
-Ah, Cierto...No saben español...- Dije mientras bajaba la cabeza..
El viejo era realmente muy misterioso, era bajo, tenia una cabellera larga y blanca, en su cara llevaba muchas arrugas, por lo que se notaba que era un anciano..
Por minutos pensaba, ¿a donde me llevaran?  ¿Será finalmente mi sacrifico? ¿Mi muerte?
-Es aquí- dijo el viejo mientras movía sus manos, ahuyentando a los guardias..
Detrás de él..se encontraba un cofre..era muy extraño.. ¿Donde estoy? ¿Que significará aquel cuadro del templo?
Todo era muy misterioso..
El viejo dijo unas palabras en su idioma y misteriosamente, el cofre se abrió.. me asomé por su hombro para ver lo que se encontraba en su interior..
-Atrás- dijo el viejo..
-Ah, bueno, lo siento..- dije mientras largaba una carcajada..
-Yo...Kaoru, Rey de los Zakatsu, te otorgo a ti, Sylph, Dios de la protección.. a Ladiel, el Arco sagrado..-
Dijo el viejo mientras en sus manos mostraba un gran arco dorado..
Mi cara reflejaba a un niño con un juguete nuevo.. estaba tan feliz..
Lo tomé con mi mano derecha y lo até a una flecha..
-¿Como me veo, eh? Ja!- Dije felizmente..
-Como todo un dios, Sylph..-
Eso no es todo..la profecía..también dice que el Sylph no solo llevará a Ladiel el Arco sagrado, sino que también a Xecron, la gran espada de Hércules..-
Confundido, tomé la espada con mi otra mano..pero algo raro sucedió...al agarrarla..la espada me pesó demasiado, eh izo que cayera al suelo..
-Jejeje- dije mientras sonreía al ver al viejo feliz..
-La profecía se está completando.. es hora de que cumplas con tu misión, dios de la protección..
proteger nuestra aldea de ellos..- dijo el viejo mientras que se iba de regreso al templo..
-¿Ellos? ¿Quienes?  ¿Quien es Mandrake?-
Muchas preguntas se me venían a la cabeza en ese momento..
El día se paso en unas pocas horas..
Me acosté en la cama que se encontraba en una habitación que Kaoru el viejo parlanchín me había dado..-
era realmente muy cómodo..en verdad me sentía como todo un Dios..
Miré la luna a través de la ventana, calculé que eran ya las doce de la noche.. desde aquella torre, se veía muy bien el lago..
-Tranquilo, aquí llegue, soy yo..- Escuché a través de la ventana..
Curiosamente, me asomé a esta..allí al lado del rio, logré ver una persona encapuchada dirigiéndose a la cascada. Rápidamente, bajé y lentamente lo seguí..
Pasé por la cascada..y allí logre verlo..
-Tranquilo, Aquí estoy..- repitió el misterioso hombre..
-¿Quien eres?- Pregunté mientras dirigía mi mano a mi espalda para tomar el arco..
-No se asuste, no haré daño..solo vine a verlo a él..soy de aqui..mi nombre es Laider Gugson..me puedes llamar Gug..- Dijo el misterioso mientras alzaba sus manos asustado..
-¿Él?  ¿Quien?- pregunté curioso..
-A Mandrake..- respondió bajando la mirada..
al decir estas palabras, alumbró con su antorcha hacia delante..
Rápidamente, alcé la mirada..y allí logré ver un enorme dragón color Blanco..
-¡WOW!
-¿y que haces aquí?- Pregunté asombrado..
Mis ojos no podían dejar de ver a ese enorme dragón..
-Cuando era chico, encontré lejos del pueblo un huevo extraño, sin que mis padres ni el pueblo se diera cuenta..lo cuidé como si fuese mi hijo o mi hermano..él creció..hasta que un día..una manada de lobos lo atacó haciendo que Mandrake Rugiera..
Kaoru mandó guerreros a ver que era eso..intenté esconderlo..pero ya era demasiado tarde, Capturaron a Mandrake y lo encerraron aquí por muchos años, solo..por lo que ahora él se encuentra muy deprimido..-

-¿y que quicieras hacer?- le pregunté..
-Cuando lo encerraron aquí detrás de la cascada del pueblo..le prometí a Mandrake que vendría todos los días a visitarlo..
Así que, aré lo posible para sacarlo de este infierno..
¿No es cierto amigo?-
Dijo mientras acariciaba la trompa del dragón..

-El viejo habló de unos tales "Ellos" que querían matar a Mandrake..- Le dije sarcásticamente..
-Si, no muy lejos de aquí se encuentra un pueblo llamado Filia, el cual se encuentran dos tipos de razas distintas, Elfos y Humanos..ellos intentan capturar a Mandrake y usarlo para curarse a ellos mismos..ya que él es capas de curar seres vivos..-
Sabiendo que hablaba del mismo pueblo del que yo venía..bajé la cabeza..
-Si supiera que yo vengo de allí..me querría matar y no confiaría en mi..- pensé
-y dime, ¿tu que eres de aquí en el pueblo?- le pregunté mientras seguía observando al dragón con mis claros ojos..
-Soy un Guerrero..mi meta es matar a cada Persona que se acerque a Mandrake con el propósito de matarlo o capturarlo y finalmente, liberarlo de allí..ya que eso fue lo que le prometí..que cuidaría de él siempre..-
Mi cara dejo de observar al dragón, bajé la cabeza y un silencio se invadió entre nuestra conversación
rápidamente..dirigí mi mano a mi cintura..
-Yo, el Sylph, dios de la Protección..te otorgo a Xecron, la espada de Hercules..y te otorgo ser mi fiel compañero..te prometo que lograras cumplir tu meta..- Dije mientras sacaba la espada sagrada de la funda que se encontraba en mi cintura..



viernes, 13 de septiembre de 2013

Capítulo 7

Algo extraño pasaba por mi mente al mover aquellas ramas del bosque, no pude distinguir que era, solo recordaba la figura de dos personas yéndose hacia el sol. no supe por que dos personas irían hacia el sol..
Al correr las ramas, un rayo de luz me iluminó la cara, levanté mi mano derecha y la alcé para cubrirme el rostro..
-¡Oh por Dios!- dije...
Pudimos notar una pequeña aldea de indígenas el cual estaba compuesto por tres templos sagrados en ronda.
Quisimos acercarnos a ellos..pero nos dimos cuenta que un río nos dividía de los templos. busqué piedras pesadas y grandes para ponerlas en forma de hilera en el río y así poder pasar..
pero, algo extraño sucedió..
me paré en la punta del río, respiré hondo y mirando hacia los templos me dije "Allí vamos", al decir estas palabras, sentí una mano apoyarse en mi hombro derecho, giré mi cabeza rápidamente, y allí no había nadie..
me pareció extraño..
Finalmente, pasamos por las piedras. Unos humanos con vestimentas extrañas, nos tomaron por los brasos mientras que nos decían algo en un idioma extraño que no pude entender..
noté a los humanos discutir entre si, hasta que finalmente, me llevaron hacia el centro, en donde los tres templos, nos rodeaban.
Miré asombrado para todos lados..
-Wow..- dije..
Los pequeños humanos me miraban raro. me llamaban "Sylph". Pasó poco tiempo, finalmente entramos a uno de los templos, en donde nos esperaba una larga alfombra, en sus costados, mas humanos con sus lanzas mirándonos atentamente..
Parecía ser un templo sagrado; y al poco tiempo, logré sacarme la duda, al llegar al final de la alfombra y ver un viejo observándome sentado en lo que parecía, un trono. los humanos que estaban detrás mio me golpearon en las rodillas, por lo que caí de rodillas al suelo..mis manos estaban atadas y yo realmente estaba muy cansado..
El viejo comenzó a hablar en su idioma extraño, levanté mi cara, el viejo, muy formal seguía hablándome en su idioma mientras que tenía los ojos cerrados..
-Ajam, ¿ahora en un idioma que pueda entender?- respondí curiosamente..
El viejo asombrado, abrió los ojos y me vio..
Creí que se habría asustado, ya que al verme el rostro, gritó y se agarró el pecho..
Los guardias corrieron a su lado y lo ayudaron..
-¡Sylph!  ¡Sylph!- repetía el viejo..
-No señor, se esta confundiendo de persona, déjeme presentarme, mi nombre es..- dije mientras me levantaba..
-HEY!- Gritaron los humanos al verme parando, corrieron a mí y me empujaron de nuevo al suelo..
El viejo me miraba muy extraño, como si fuese una persona que no hubiese visto hace años..
que creo que por sus años, habrán sido muchos años..
El templo guardó silencio una ves mas, yo atentamente al extraño viejo que hablaba extraño, escuchaba lo que decía..
Éste se dió vuelta y señalando un enorme cuadro que tenia en sima de su trono, el cual era muy extraño, mostraba una persona con alas, con un arco y flecha sobre un caballo apuntando un enorme oso, y a su lado, otra persona con una gran espada..
-¡Sylph!- seguía repitiendo el viejo..
-disculpe señor, mi nombre es Snaar, no se de que habla..- le dije extrañamente al viejo..
Pegándose media vuelta de nuevo, el viejo me dijo:
-Nuestro pueblo siempre ha creído en que algún día, el Sylph, nos salvaría a nosotros y a Mandrake-
-ah, con que al final, si hablaba español..- dije asombrado..
El sabio anciano, con su enorme báculo, me dijo:
-Sígueme, Sylph
Los guardias, me desataron las manos, y lentamente, seguí al viejo por un pasadizo que se escondía bajo una puerta el cual estaba escondida bajo su trono..
-Nosotros somos un pueblo, el cual se nos conoce como Zakatsu, defendemos y protegemos nuestra aldea y a Mandrake, el dios de la sanación...-
-Disculpe, pero ¿quien es mandrake y a donde estamos yendo?
-Sylph, le entregaremos las armas mágicas..-
-¿Armas mágicas?- pensé mientras me quedaba con la duda de saber quien era ese tal "Mandrake"

-Como Sylph, dios de la protección de los Zakatsu..yo te otorgo, a "Ladiel" el arma sagrada, pero a cambio, hay algo que debe cumplir...-Me dijo misteriosamente el viejo mientras se dirigía a un cofre...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 6

Entre la fría neblina, Zafira y yo escapábamos de Quilla.. Me sentía muy mal; bajaba la cabeza apenado y dejaba caer algunas lagrimas..
-¿Tendré que morir para dejar de lastimar a las personas?- pensaba todo el tiempo...
entre la neblina..a lo lejos pudimos notar una pequeña aldea abandonada, quemada, destruida...toqué lentamente el cuello de la yegua y nos dirigimos hacia allí. parecía una aldea de indios, solo que completamente destruida..
-¡Aaagh!  ¡Agh!- logré escuchar..
-¿Quien anda ahí?- dije mientras lentamente sacaba una flecha de mi funda y la ataba a mi arco..
-A...ayúdame, niño...- decía la misteriosa voz que venia debajo de unos arboles caídos..
decidí acercarme sigilosamente con el arco y flecha en mano..
al correr los pesados arboles que tapaban la voz, noté ver un humano. pero no cualquier humano..éste también tenia arco y flecha, estaba encapuchado y en su túnica un logo que reconocía de algún lado el cual me le quedé viendo por un rato..
-¡¡ERES DE FILIA!!- dije yo asustado al recordar el logo..

                                                                                                                  Tomé fuertemente mi arco y apunté al humano. -¿Que haces aquí, maldito, acaso vienes de parte de Kazuki?- dije enojado
-JAJAJA..me disparas...¿Snaar? vamos, ¡dispárame!- se burlaba el humano mientras que se reía..
-¿Que sucede? ¿acaso tienes miedo elfo miedoso? mira esta caña de pescar, la reconoces? JAJAJA- decía el humano mientras largaba una pequeña carcajada..
-Tú, mataste a Windo..- grité
-Noo, pequeño elfo...tú lo mataste..-
Mientras que me recordaba la muerte de Windo..mi cara quedaba petrificada...
-¡Eres tan solo una pequeña basura de orejas puntiagudas! ¡vamos disparáme! -me gritaba..
detrás mio, oí el relinche de Zafira..
corrió hacia el, se paró en dos patas para atacarlo..
Bajé mi arco y flecha y en voz baja dije.. -¡Alto Zafira!
El caballo sin entender porque, me miró y retrocedió..
-Vete, vuelve a Filia y dile de mi parte a todos los de allí, que sigo con vida, que no me busquen, por que no nos encontraran..-
-Ja! marica..- dijo el humano mientras que se dirija hacia el desierto..
me subí al lomo de zafira y nos dirigimos hacia el oeste..
no pasaron menos de un minuto, mis elficos oídos oyeron un disparo..me dí vuelta velozmente...Allí estaba de nuevo, el humano..
la flecha impactó fuertemente en la pierna derecha trasera de Zafira. Ésta relinchó fuertemente y caímos al suelo..
-NOO!!- grité..
Saqué una flecha velozmente, la até al arco y con mucha fuerza, disparé a la espalda del humano mientras que lo veía escapar..
logré dispararle justo en el blanco, no lo podía creer, le había disparado a una persona por primera vez, sin miedo..
-¿Estás bien Zafi?- le decía mientras la acariciaba..
Tomé fuertemente la flecha que estaba impactada en su pierna y tiré fuerte para sacarla..
su pierna estaba llena de sangre y ella lloraba..
estaba muy asustado, me quité la remera y la corte algunas partes para hacerla mas larga..
la até fuertemente a su pierna y se quedó calmada..
-No, espera elfo, perdóname, no quise dispararte, prometo no molestarte mas..no me dejes morir así..- decía el humano de lejos en el piso con la flecha atravesada en su cuerpo..
-¡JA! Morirás como mataste a mi amigo, Windo.. vive como puedas..- le dije mientras tomaba a Zafira de su pelaje y nos dirigimos al bosque..
-Zafi, prometo cuidarte siempre..yo sé que nunca me abandonaras ni yo a ti..-

al poco tiempo notamos un lugar dentro del bosque tapado completamente por ramas, nos dirigimos allí..
y al correr las ramas y ver...
-¡Oh por dios!- dije..