-¿A donde me lleva?- le pregunté..
-Le otorgaremos las Armas mágicas, Sylph..- me respondió él con una voz ronca..
Me acerque lentamente a los guardias que tenía a los costados míos..tenía que sacarme la duda... ya no podía resistir. -Disculpe, pero ¿alguno de ustedes sabe la edad del viejo?- les susurre..
Los guardias guardaron silencio..
-Ah, Cierto...No saben español...- Dije mientras bajaba la cabeza..
El viejo era realmente muy misterioso, era bajo, tenia una cabellera larga y blanca, en su cara llevaba muchas arrugas, por lo que se notaba que era un anciano..
Por minutos pensaba, ¿a donde me llevaran? ¿Será finalmente mi sacrifico? ¿Mi muerte?
-Es aquí- dijo el viejo mientras movía sus manos, ahuyentando a los guardias..
Detrás de él..se encontraba un cofre..era muy extraño.. ¿Donde estoy? ¿Que significará aquel cuadro del templo?
Todo era muy misterioso..
El viejo dijo unas palabras en su idioma y misteriosamente, el cofre se abrió.. me asomé por su hombro para ver lo que se encontraba en su interior..
-Atrás- dijo el viejo..
-Ah, bueno, lo siento..- dije mientras largaba una carcajada..
-Yo...Kaoru, Rey de los Zakatsu, te otorgo a ti, Sylph, Dios de la protección.. a Ladiel, el Arco sagrado..-
Dijo el viejo mientras en sus manos mostraba un gran arco dorado..
Mi cara reflejaba a un niño con un juguete nuevo.. estaba tan feliz..
Lo tomé con mi mano derecha y lo até a una flecha..
-¿Como me veo, eh? Ja!- Dije felizmente..
-Como todo un dios, Sylph..-
Eso no es todo..la profecía..también dice que el Sylph no solo llevará a Ladiel el Arco sagrado, sino que también a Xecron, la gran espada de Hércules..-
Confundido, tomé la espada con mi otra mano..pero algo raro sucedió...al agarrarla..la espada me pesó demasiado, eh izo que cayera al suelo..
-Jejeje- dije mientras sonreía al ver al viejo feliz..
-La profecía se está completando.. es hora de que cumplas con tu misión, dios de la protección..
proteger nuestra aldea de ellos..- dijo el viejo mientras que se iba de regreso al templo..
-¿Ellos? ¿Quienes? ¿Quien es Mandrake?-
Muchas preguntas se me venían a la cabeza en ese momento..
El día se paso en unas pocas horas..
Me acosté en la cama que se encontraba en una habitación que Kaoru el viejo parlanchín me había dado..-
era realmente muy cómodo..en verdad me sentía como todo un Dios..
Miré la luna a través de la ventana, calculé que eran ya las doce de la noche.. desde aquella torre, se veía muy bien el lago..
-Tranquilo, aquí llegue, soy yo..- Escuché a través de la ventana..
Curiosamente, me asomé a esta..allí al lado del rio, logré ver una persona encapuchada dirigiéndose a la cascada. Rápidamente, bajé y lentamente lo seguí..
Pasé por la cascada..y allí logre verlo..
-Tranquilo, Aquí estoy..- repitió el misterioso hombre..
-¿Quien eres?- Pregunté mientras dirigía mi mano a mi espalda para tomar el arco..
-No se asuste, no haré daño..solo vine a verlo a él..soy de aqui..mi nombre es Laider Gugson..me puedes llamar Gug..- Dijo el misterioso mientras alzaba sus manos asustado..
-¿Él? ¿Quien?- pregunté curioso..
-A Mandrake..- respondió bajando la mirada..
al decir estas palabras, alumbró con su antorcha hacia delante..
Rápidamente, alcé la mirada..y allí logré ver un enorme dragón color Blanco..
-¡WOW!
-¿y que haces aquí?- Pregunté asombrado..
Mis ojos no podían dejar de ver a ese enorme dragón..
-Cuando era chico, encontré lejos del pueblo un huevo extraño, sin que mis padres ni el pueblo se diera cuenta..lo cuidé como si fuese mi hijo o mi hermano..él creció..hasta que un día..una manada de lobos lo atacó haciendo que Mandrake Rugiera..
Kaoru mandó guerreros a ver que era eso..intenté esconderlo..pero ya era demasiado tarde, Capturaron a Mandrake y lo encerraron aquí por muchos años, solo..por lo que ahora él se encuentra muy deprimido..-
-¿y que quicieras hacer?- le pregunté..
-Cuando lo encerraron aquí detrás de la cascada del pueblo..le prometí a Mandrake que vendría todos los días a visitarlo..
Así que, aré lo posible para sacarlo de este infierno..
¿No es cierto amigo?-
Dijo mientras acariciaba la trompa del dragón..
-El viejo habló de unos tales "Ellos" que querían matar a Mandrake..- Le dije sarcásticamente..
-Si, no muy lejos de aquí se encuentra un pueblo llamado Filia, el cual se encuentran dos tipos de razas distintas, Elfos y Humanos..ellos intentan capturar a Mandrake y usarlo para curarse a ellos mismos..ya que él es capas de curar seres vivos..-
Sabiendo que hablaba del mismo pueblo del que yo venía..bajé la cabeza..
-Si supiera que yo vengo de allí..me querría matar y no confiaría en mi..- pensé
-y dime, ¿tu que eres de aquí en el pueblo?- le pregunté mientras seguía observando al dragón con mis claros ojos..
-Soy un Guerrero..mi meta es matar a cada Persona que se acerque a Mandrake con el propósito de matarlo o capturarlo y finalmente, liberarlo de allí..ya que eso fue lo que le prometí..que cuidaría de él siempre..-
Mi cara dejo de observar al dragón, bajé la cabeza y un silencio se invadió entre nuestra conversación
rápidamente..dirigí mi mano a mi cintura..
-Yo, el Sylph, dios de la Protección..te otorgo a Xecron, la espada de Hercules..y te otorgo ser mi fiel compañero..te prometo que lograras cumplir tu meta..- Dije mientras sacaba la espada sagrada de la funda que se encontraba en mi cintura..
-Tranquilo, aquí llegue, soy yo..- Escuché a través de la ventana..
Curiosamente, me asomé a esta..allí al lado del rio, logré ver una persona encapuchada dirigiéndose a la cascada. Rápidamente, bajé y lentamente lo seguí..
Pasé por la cascada..y allí logre verlo..
-Tranquilo, Aquí estoy..- repitió el misterioso hombre..
-¿Quien eres?- Pregunté mientras dirigía mi mano a mi espalda para tomar el arco..
-No se asuste, no haré daño..solo vine a verlo a él..soy de aqui..mi nombre es Laider Gugson..me puedes llamar Gug..- Dijo el misterioso mientras alzaba sus manos asustado..
-¿Él? ¿Quien?- pregunté curioso..
-A Mandrake..- respondió bajando la mirada..
al decir estas palabras, alumbró con su antorcha hacia delante..
Rápidamente, alcé la mirada..y allí logré ver un enorme dragón color Blanco..
-¡WOW!
-¿y que haces aquí?- Pregunté asombrado..
Mis ojos no podían dejar de ver a ese enorme dragón..
-Cuando era chico, encontré lejos del pueblo un huevo extraño, sin que mis padres ni el pueblo se diera cuenta..lo cuidé como si fuese mi hijo o mi hermano..él creció..hasta que un día..una manada de lobos lo atacó haciendo que Mandrake Rugiera..
Kaoru mandó guerreros a ver que era eso..intenté esconderlo..pero ya era demasiado tarde, Capturaron a Mandrake y lo encerraron aquí por muchos años, solo..por lo que ahora él se encuentra muy deprimido..-
-¿y que quicieras hacer?- le pregunté..
-Cuando lo encerraron aquí detrás de la cascada del pueblo..le prometí a Mandrake que vendría todos los días a visitarlo..
Así que, aré lo posible para sacarlo de este infierno..
¿No es cierto amigo?-
Dijo mientras acariciaba la trompa del dragón..
-El viejo habló de unos tales "Ellos" que querían matar a Mandrake..- Le dije sarcásticamente..
-Si, no muy lejos de aquí se encuentra un pueblo llamado Filia, el cual se encuentran dos tipos de razas distintas, Elfos y Humanos..ellos intentan capturar a Mandrake y usarlo para curarse a ellos mismos..ya que él es capas de curar seres vivos..-
Sabiendo que hablaba del mismo pueblo del que yo venía..bajé la cabeza..
-Si supiera que yo vengo de allí..me querría matar y no confiaría en mi..- pensé
-y dime, ¿tu que eres de aquí en el pueblo?- le pregunté mientras seguía observando al dragón con mis claros ojos..
-Soy un Guerrero..mi meta es matar a cada Persona que se acerque a Mandrake con el propósito de matarlo o capturarlo y finalmente, liberarlo de allí..ya que eso fue lo que le prometí..que cuidaría de él siempre..-
Mi cara dejo de observar al dragón, bajé la cabeza y un silencio se invadió entre nuestra conversación
rápidamente..dirigí mi mano a mi cintura..
-Yo, el Sylph, dios de la Protección..te otorgo a Xecron, la espada de Hercules..y te otorgo ser mi fiel compañero..te prometo que lograras cumplir tu meta..- Dije mientras sacaba la espada sagrada de la funda que se encontraba en mi cintura..