Algo extraño pasaba por mi mente al mover aquellas ramas del bosque, no pude distinguir que era, solo recordaba la figura de dos personas yéndose hacia el sol. no supe por que dos personas irían hacia el sol..
Al correr las ramas, un rayo de luz me iluminó la cara, levanté mi mano derecha y la alcé para cubrirme el rostro..
-¡Oh por Dios!- dije...
Pudimos notar una pequeña aldea de indígenas el cual estaba compuesto por tres templos sagrados en ronda.
Quisimos acercarnos a ellos..pero nos dimos cuenta que un río nos dividía de los templos. busqué piedras pesadas y grandes para ponerlas en forma de hilera en el río y así poder pasar..
pero, algo extraño sucedió..
me paré en la punta del río, respiré hondo y mirando hacia los templos me dije "Allí vamos", al decir estas palabras, sentí una mano apoyarse en mi hombro derecho, giré mi cabeza rápidamente, y allí no había nadie..
me pareció extraño..
Finalmente, pasamos por las piedras. Unos humanos con vestimentas extrañas, nos tomaron por los brasos mientras que nos decían algo en un idioma extraño que no pude entender..
noté a los humanos discutir entre si, hasta que finalmente, me llevaron hacia el centro, en donde los tres templos, nos rodeaban.
Miré asombrado para todos lados..
-Wow..- dije..
Los pequeños humanos me miraban raro. me llamaban "Sylph". Pasó poco tiempo, finalmente entramos a uno de los templos, en donde nos esperaba una larga alfombra, en sus costados, mas humanos con sus lanzas mirándonos atentamente..
Parecía ser un templo sagrado; y al poco tiempo, logré sacarme la duda, al llegar al final de la alfombra y ver un viejo observándome sentado en lo que parecía, un trono. los humanos que estaban detrás mio me golpearon en las rodillas, por lo que caí de rodillas al suelo..mis manos estaban atadas y yo realmente estaba muy cansado..
El viejo comenzó a hablar en su idioma extraño, levanté mi cara, el viejo, muy formal seguía hablándome en su idioma mientras que tenía los ojos cerrados..
-Ajam, ¿ahora en un idioma que pueda entender?- respondí curiosamente..
El viejo asombrado, abrió los ojos y me vio..
Creí que se habría asustado, ya que al verme el rostro, gritó y se agarró el pecho..
Los guardias corrieron a su lado y lo ayudaron..
-¡Sylph! ¡Sylph!- repetía el viejo..
-No señor, se esta confundiendo de persona, déjeme presentarme, mi nombre es..- dije mientras me levantaba..
-HEY!- Gritaron los humanos al verme parando, corrieron a mí y me empujaron de nuevo al suelo..
El viejo me miraba muy extraño, como si fuese una persona que no hubiese visto hace años..
que creo que por sus años, habrán sido muchos años..
El templo guardó silencio una ves mas, yo atentamente al extraño viejo que hablaba extraño, escuchaba lo que decía..
Éste se dió vuelta y señalando un enorme cuadro que tenia en sima de su trono, el cual era muy extraño, mostraba una persona con alas, con un arco y flecha sobre un caballo apuntando un enorme oso, y a su lado, otra persona con una gran espada..
-¡Sylph!- seguía repitiendo el viejo..
-disculpe señor, mi nombre es Snaar, no se de que habla..- le dije extrañamente al viejo..
Pegándose media vuelta de nuevo, el viejo me dijo:
-Nuestro pueblo siempre ha creído en que algún día, el Sylph, nos salvaría a nosotros y a Mandrake-
-ah, con que al final, si hablaba español..- dije asombrado..
El sabio anciano, con su enorme báculo, me dijo:
-Sígueme, Sylph
Los guardias, me desataron las manos, y lentamente, seguí al viejo por un pasadizo que se escondía bajo una puerta el cual estaba escondida bajo su trono..
-Nosotros somos un pueblo, el cual se nos conoce como Zakatsu, defendemos y protegemos nuestra aldea y a Mandrake, el dios de la sanación...-
-Disculpe, pero ¿quien es mandrake y a donde estamos yendo?
-Sylph, le entregaremos las armas mágicas..-
-¿Armas mágicas?- pensé mientras me quedaba con la duda de saber quien era ese tal "Mandrake"
-Como Sylph, dios de la protección de los Zakatsu..yo te otorgo, a "Ladiel" el arma sagrada, pero a cambio, hay algo que debe cumplir...-Me dijo misteriosamente el viejo mientras se dirigía a un cofre...
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