Mis claros y azulados ojos se me cerraban bajo la fría noche del desierto. Mi cuerpo se sentía realmente muy debilitado. Por debajo de mi ojo izquierdo caía una cicatriz que me llegaba cerca de la boca y mi ropa se encontraba sucia y llena de arena. Yo me encontraba apoyado sobre el lomo de Zafi, mientras que ella, seguía su camino por el desierto, en donde, solo yacíamos allí nosotros dos y las luces del cielo, el cual cada vez que las miraba, me sentía protegido por ellas..
Miré a Zafi una vez mas, ella estaba lastimada también, se la notaba muy cansada por la forma de respirar, el cual impactaba en mi cuerpo. Sabía que dijera lo que dijera, ella no se detendría hasta protegerme. Recordé esa frase muchas veces en mi cabeza, siempre me recordaba a Gug y a Mandrake, su Dragón oculto en aquella cueva de la cascada..
<<Zafi me salvó la vida, Me..me salvó la vida>>
Tras pensar nuevamente en ella, miré una vez mas aquellas luces del cielo y cerré mis ojos..
Mis orejas habían detectado el relinchido de Zafira, el cual me hizo despertar de mi largo sueño. Vi a mi alrededor, aquellas luces del cielo, habían desaparecido y habían dejado lugar a una mas grande y luminosa..
Me encontraba en un Oasis realmente hermoso, no se como llegué a parar allí.. Miré a Zafira una vez más.
-¿Caminaste toda la noche, verdad?- Le dije mientras me acercaba a acariciar su hocico-Me debiste dejar allí. Mírate, estas lastimada.-
El caballo no le dio importancia a lo que dije, ella se acercó lentamente al agua del Oasis en donde hundió su cabeza y con fuerte tirón lo sacó del agua flameando y moviendo gotas de agua de su largo pelaje.
Miré mas allá del Oasis en donde nos encontrábamos. En aquel momento, solo se podía observar dos colores: El Dorado de la Cálida arena, y el Celeste del cielo. Aunque muchos no lo crean, yo era feliz.
Era Feliz junto a mis amigos, a las amistades que conseguí y perdí. Era feliz junto a Zafi..
<<No quiero perder mas gente, quiero vivir momentos, historias con ellos. Acabaré con este infierno, Mataré a Kali, Me vengaré de todos aquellos seres queridos que fueron mis Amigos. Quien sabe que habrá pasado con los demás, Gug, Kazu, Kaoru y su aldea, Mandrake..No dejaré que ocurra de nuevo, no esta vez>>
Dirigí mis delgados dedos hacia mi boca, tomé aire y largue un chillido que hizo mover la cabeza a Zafira hacia donde me encontraba yo, ella se acercó a mi y con un pequeño salto, me subí a su lomo.
Allí ibamos de nuevo, Caballo y Jinete, cuerpo a cuerpo en el desierto.
No pasó mucho tiempo hasta que noté a Zafi detenerse. Me acerqué para ver por que se había detenido. Asomé mi cabeza por la derecha y allí logre ver un pequeño pueblo quemado, lleno de cenizas..
Miré a mi alrededor y de nuevo, volví mi cabeza hacia delante.
Una imagen se me había aparecido en la cabeza, la imagen de una pequeña ciudad muy hermosa, donde niños, adultos y animales vivían allí felices.
Una pequeña lagrima se me apareció por mis ojos. Bajé mi cabeza y golpee ligeramente el lomo de Zafi dándole la orden se continuar.
Allí, a lo lejos, se podía ver un nuevo color, el verdoso y largo pastizal de las Praderas, en donde había que pasar para llegar a Filia, nuestro destino, en donde supuse que encontraríamos a Gug junto a su caballo.
Pasamos lentamente, noté a Zafira un tanto confusa, como si supiera el lugar en donde nos encontrábamos..
Al rededor nuestro se encontraban Arboles con hojas verdes, era increíble ver aquel color en todos lados luego de ver siempre el mismo color dorado de la arena. Me bajé del lomo de Zafira al darme cuenta de que también tenía aquel presentimiento de que conocía el lugar. Caminamos un poco y nos detuvimos frente a un árbol que se encontraba alejado de los demás. Zafi comenzó a oler al rededor del árbol. era extraño, también conocía aquella parte.
Tras minutos de observar, unas imágenes se me vinieron a la mente. La imagen de un animal atacando a Zafi y yo allí, apuntándole. Otra imagen era Zafi dejándose tocar el hocico por mí, cuando yo aun era pequeño.
<<¡Claro! Aquí es donde encontré a ella, a Zafira, donde le salvé la vida de aquella Hiena>>
Seguimos camino, cruzando arboles y plantas del húmedo pantano..
Mis puntiagudas orejas, de nuevo captaron algo a lo lejos, un sonido distinto a los demás que habíamos escuchado en el pantano, era claro que no era un animal de allí. ¡Tenía ritmo!
Nos acercamos lentamente, en donde una persona nos esperaba bajo la sombra de un árbol, mientras que con sus dedos, tocaba un instrumento extraño echo con materiales del pantano.
-¡Gug! ¿Estas bien?- Le grité mientras largaba un suspiro-Te creí muerto.
-¡Joven arquero! Yo te creí muerto igual, pero no, aquí estoy.- Dijo con una mirada sospechosa
Había algo extraño en él, su mirada, su forma de hablar. Él se paró y con una leve voz dijo:
-¿Ocurre algo?
- ¿Que has echo con Gug maldito?
-No se de que hablas, soy yo- Dijo con una carcajada.
Sabía que algo ocurría allí. Saqué a Ladiel una vez mas, el cual entre el el verde de las hojas, impactaba su color dorado por su oro en ella. Até una de mis flechas en ella y apunté a Gug.
-¡Que quien eres! o disparo.
Gug dejó aparecer una sonrisa maleficia en su cara repleta de dientes afilados que hizo que me asustara. Tras eso, alzo su mano y chasqueó sus dedos haciendo aparecer alrededor nuestro una manada de Hienas
Me asusté, bajé a Ladiel y una vez mas, miré a Gug, su cara comenzó a desvanecerse en el aire junto con su cuerpo en una ceniza negra.
El árbol que nos cubría era muy alto, por el cual, no nos tocaba el sol. Las Hienas comenzaron a acercarse lentamente cada vez mas y mas..
Alcé mi vista al tener el presentimiento de que había alguien allí arriba, en el árbol.
Allí se encontraba Gug atado al tronco del árbol con una mordaza blanca en su boca, tapando cada sonido proveniente de ella.
-¡Gug!- Dije.
Recordé que Kaoru me había entregado junto con Ladiel, unas flechas especiales. No me había dicho para que servían, pero rápidamente, las saqué de la funda y apunté a una Hiena.
Al disparar, la flecha abrió su punta en cuatro partes, largando de allí, una especie de gas, que hizo a dos de las hienas Confundirse y atacarse entre ellas..
Las demás hienas, sin entender la situación, atacaron a las dos confusas..
Estábamos libres, era hora de aprovechar a sacar a Gug de allí.
Me trepé al árbol, Até una Liana a una flecha, disparándola con Ladiel, el arco sagrado al suelo..
Desaté a Gug del tronco y por aquella liana, nos deslizamos.
Las Hienas continuaban peleándose.
-Apurémonos, no se cuanto tiempo durará el efecto- Dije mientras con una mano en la espalda de Gug, lo empujaba lejos del árbol.
-Si- dijo él mientras se sacaba la mordaza de la boca.
Me subí al lomo de Zafi y Gug al de su caballo, el cual se encontraba escondido tras un arbol lejos de la situación.
-Debemos continuar- Dije mientras continuábamos nuestro "Pequeño viaje" por el mundo de la verdad.
Genial el nuevo diseño de la pag y muy interesante el cap o3o
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