La blanca
y escamosa piel del gran dragón blanco de ojos azules se volvía mas anaranjada
al ser reflejada con el fuego de la antorcha. Mis ojos no paraban de verlo; a
veces abría sus enormes alas y gruñía, largando de su hocico un gas
blanquecino.
Al escuchar la historia de Gugson, me di cuenta que él tenía una meta y sabía que pasara lo que pasara, él no se rendiría hasta defender a su amigo y sacarlo de esa profunda cueva bajo la cascada.
Finalmente me decidí. Gugson no era una persona el cual conocía de mucho tiempo, pero me di cuenta que él me ayudaría tal y como yo lo ayudaría a él. Noté que el tenia una confianza en mí, al ser el gran "Sylph" del que todos hablaban en la Aldea...
Decidí otorgarle la Gran espada Sagrada de Hércules, para que él, junto a mí... Podamos cumplir nuestra meta, ayudándonos uno al otro, como hermanos.
Al sacarla de su funda, la cara de Gugson era pálida, sin emociones, realmente estaba emocionado...
-¿Ocurre algo, Gug?- Le pregunté asombrado- Pero bueno, si no la quieres, me la puedo quedar y combatiré solo...
-¿Eh?- Dijo Gug con una voz aguda- ¿Está loco, Sylph? Solo soy un simple Guerrero de esta pobre aldea, no merezco llevar el arma sagrada que usted merece...
Con un gesto gracioso, me acerque a él y susurrándole en su oreja le dije:
-¿Te digo la verdad? No se usar la espada...-
El silencio invadió nuevamente en la conversación, solo se escuchaba la larga y lenta respiración del Gran dragón blanco, ¡Ah! Qué lindo dragón...
-¿Qué? ¿Qué?- Repitió Gugston con un tono aun más agudo y fuerte.
-¡Cállate idiota!- Le grité tras lanzarme hacia él para taparle la boca- Nos delatarás...
Al escuchar la historia de Gugson, me di cuenta que él tenía una meta y sabía que pasara lo que pasara, él no se rendiría hasta defender a su amigo y sacarlo de esa profunda cueva bajo la cascada.
Finalmente me decidí. Gugson no era una persona el cual conocía de mucho tiempo, pero me di cuenta que él me ayudaría tal y como yo lo ayudaría a él. Noté que el tenia una confianza en mí, al ser el gran "Sylph" del que todos hablaban en la Aldea...
Decidí otorgarle la Gran espada Sagrada de Hércules, para que él, junto a mí... Podamos cumplir nuestra meta, ayudándonos uno al otro, como hermanos.
Al sacarla de su funda, la cara de Gugson era pálida, sin emociones, realmente estaba emocionado...
-¿Ocurre algo, Gug?- Le pregunté asombrado- Pero bueno, si no la quieres, me la puedo quedar y combatiré solo...
-¿Eh?- Dijo Gug con una voz aguda- ¿Está loco, Sylph? Solo soy un simple Guerrero de esta pobre aldea, no merezco llevar el arma sagrada que usted merece...
Con un gesto gracioso, me acerque a él y susurrándole en su oreja le dije:
-¿Te digo la verdad? No se usar la espada...-
El silencio invadió nuevamente en la conversación, solo se escuchaba la larga y lenta respiración del Gran dragón blanco, ¡Ah! Qué lindo dragón...
-¿Qué? ¿Qué?- Repitió Gugston con un tono aun más agudo y fuerte.
-¡Cállate idiota!- Le grité tras lanzarme hacia él para taparle la boca- Nos delatarás...
Tras guardar silencio nuevamente, saqué mis manos de su
boca y lo dejé hablar.
-Entonces...-Suspiró- ¿La espada es mía?- Preguntó.
-Ajam- Dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Gugston vio nuevamente la espada que esta vez había dejado en el suelo y la tomó con sus manos...
Él abrió su boca y tomando la espada con sus dos manos dijo:
-Soy podero...-
Otro silencio en la cueva apareció. Miré a mis dos costados fijándome si allí había alguien por el cual Gug se había callado...
-Emm, ¿ocurre algo? Pregunté...
-No- Dijo bajando la cabeza decepcionado- Solo que creí que al tomar la espada sagrada, una Gran luz me rodearía como todo un dios.
-Muchas leyendas. Algunas no son reales, Gug- Dije con una carcajada..
-Lastima- dijo con voz baja...
Éste se dio vuelta rápidamente y viendo al dragón, alzo la espada con su mano derecha y dijo:
-¡Mira Mandi! ¡Tengo la espada de Hércules!-
El dragón, pareciendo entender, lanzo un gruñido hacia arriba lanzando fuego..
Mis orejas se movieron felizmente mientras en mi cara, se reflejaba una sonrisa..
-Bueno, Te contare mi historia, cual es mi propósito aquí y cuál es mi meta- Le dije mientras buscaba un poco de leña para armar una fogata delante del dragón.- Todo comenzó cuando...
Finalmente, al contarle la historia de mi vida, sin contar la parte de que provenía de Filia, noté a Gug un tanto ansioso, boquiabierto y raro...
-Entonces...Le dije mientras me levantaba- ¿Qué te parece si mañana por la mañana, salimos hacia el Pueblo del que te conté a buscar a Kazuki?
Gugston bajó la mirada angustiado.
-Pero, por qué quieres verlo de nuevo? ¿No te mataría? tu mismo lo dijiste, Te odia.-
-Lose, pero haya pasado lo que haya pasado, Kazu es mi amigo, y tras el trayecto de mi vida, perdí ya, muchos amigos, Artyon, Wildo. No volveré a dejar que suceda de nuevo..
No volveré a dejar que aquella Bruja que mató a Arty se apodere de mi y mate a todo lo que me rodee, a todo lo que amo...
Por eso, con él iremos a por la Bruja... pero antes, debo mostrarle a Kazu la verdad...
-Estoy contigo, Sylph- Dijo Gug mientras se levantaba y estiraba una mano hacia mí.
-Llámame Snaar- Dije con una sonrisa mientras que dirigía mi mano hacia la de él para estrecharlas
-Claro, Snaar- Dijo con una carcajada-¿Entonces, nos vemos mañana?
-Si, prepara tu caballo, mañana salimos rumbo a Fi...Quiero decir, al Pueblo del que vine-
-¡Si señor!- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras dirigía su mano derecha a su sien.
-Entonces...-Suspiró- ¿La espada es mía?- Preguntó.
-Ajam- Dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Gugston vio nuevamente la espada que esta vez había dejado en el suelo y la tomó con sus manos...
Él abrió su boca y tomando la espada con sus dos manos dijo:
-Soy podero...-
Otro silencio en la cueva apareció. Miré a mis dos costados fijándome si allí había alguien por el cual Gug se había callado...
-Emm, ¿ocurre algo? Pregunté...
-No- Dijo bajando la cabeza decepcionado- Solo que creí que al tomar la espada sagrada, una Gran luz me rodearía como todo un dios.
-Muchas leyendas. Algunas no son reales, Gug- Dije con una carcajada..
-Lastima- dijo con voz baja...
Éste se dio vuelta rápidamente y viendo al dragón, alzo la espada con su mano derecha y dijo:
-¡Mira Mandi! ¡Tengo la espada de Hércules!-
El dragón, pareciendo entender, lanzo un gruñido hacia arriba lanzando fuego..
Mis orejas se movieron felizmente mientras en mi cara, se reflejaba una sonrisa..
-Bueno, Te contare mi historia, cual es mi propósito aquí y cuál es mi meta- Le dije mientras buscaba un poco de leña para armar una fogata delante del dragón.- Todo comenzó cuando...
Finalmente, al contarle la historia de mi vida, sin contar la parte de que provenía de Filia, noté a Gug un tanto ansioso, boquiabierto y raro...
-Entonces...Le dije mientras me levantaba- ¿Qué te parece si mañana por la mañana, salimos hacia el Pueblo del que te conté a buscar a Kazuki?
Gugston bajó la mirada angustiado.
-Pero, por qué quieres verlo de nuevo? ¿No te mataría? tu mismo lo dijiste, Te odia.-
-Lose, pero haya pasado lo que haya pasado, Kazu es mi amigo, y tras el trayecto de mi vida, perdí ya, muchos amigos, Artyon, Wildo. No volveré a dejar que suceda de nuevo..
No volveré a dejar que aquella Bruja que mató a Arty se apodere de mi y mate a todo lo que me rodee, a todo lo que amo...
Por eso, con él iremos a por la Bruja... pero antes, debo mostrarle a Kazu la verdad...
-Estoy contigo, Sylph- Dijo Gug mientras se levantaba y estiraba una mano hacia mí.
-Llámame Snaar- Dije con una sonrisa mientras que dirigía mi mano hacia la de él para estrecharlas
-Claro, Snaar- Dijo con una carcajada-¿Entonces, nos vemos mañana?
-Si, prepara tu caballo, mañana salimos rumbo a Fi...Quiero decir, al Pueblo del que vine-
-¡Si señor!- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras dirigía su mano derecha a su sien.
Que gnas tenia *-* al fin <3
ResponderEliminarJaja :'D
EliminarxDD
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