viernes, 25 de octubre de 2013

Capítulo 12

Mis claros y azulados ojos se me cerraban bajo la fría noche del desierto. Mi cuerpo se sentía realmente muy debilitado. Por debajo de mi ojo izquierdo caía una cicatriz que me llegaba cerca de la boca y mi ropa se encontraba sucia y llena de arena. Yo me encontraba apoyado sobre el lomo de Zafi, mientras que ella, seguía su camino por el desierto, en donde, solo yacíamos allí nosotros dos y las luces del cielo, el cual cada vez que las miraba, me sentía protegido por ellas..
Miré a Zafi una vez mas, ella estaba lastimada también, se la notaba muy cansada por la forma de respirar, el cual impactaba en mi cuerpo. Sabía que dijera lo que dijera, ella no se detendría hasta protegerme. Recordé esa frase muchas veces en mi cabeza, siempre me recordaba a Gug y a Mandrake, su Dragón oculto en aquella cueva de la cascada..
<<Zafi me salvó la vida, Me..me salvó la vida>>
Tras pensar nuevamente en ella, miré una vez mas aquellas luces del cielo y cerré mis ojos..

Mis orejas habían detectado el relinchido de Zafira, el cual me hizo despertar de mi largo sueño. Vi a mi alrededor, aquellas luces del cielo, habían desaparecido y habían dejado lugar a una mas grande y luminosa..
Me encontraba en un Oasis realmente hermoso, no se como llegué a parar allí.. Miré a Zafira una vez más.
-¿Caminaste toda la noche, verdad?- Le dije mientras me acercaba a acariciar su hocico-Me debiste dejar allí. Mírate, estas lastimada.-
El caballo no le dio importancia a lo que dije, ella se acercó lentamente al agua del Oasis en donde hundió su cabeza y con fuerte tirón lo sacó del agua flameando y moviendo gotas de agua de su largo pelaje.
Miré mas allá del Oasis en donde nos encontrábamos. En aquel momento, solo se podía observar dos colores: El Dorado de la Cálida arena, y el Celeste del cielo. Aunque muchos no lo crean, yo era feliz.
Era Feliz junto a mis amigos, a las amistades que conseguí y perdí. Era feliz junto a Zafi..
<<No quiero perder mas gente, quiero vivir momentos, historias con ellos. Acabaré con este infierno, Mataré a Kali, Me vengaré de todos aquellos seres queridos que fueron mis Amigos. Quien sabe que habrá pasado con los demás, Gug, Kazu, Kaoru y su aldea, Mandrake..No dejaré que ocurra de nuevo, no esta vez>>
Dirigí mis delgados dedos hacia mi boca, tomé aire y largue un chillido que hizo mover la cabeza a Zafira hacia donde me encontraba yo, ella se acercó a mi y con un pequeño salto, me subí a su lomo.
Allí ibamos de nuevo, Caballo y Jinete, cuerpo a cuerpo en el desierto.
No pasó mucho tiempo hasta que noté a Zafi detenerse. Me acerqué para ver por que se había detenido. Asomé mi cabeza por la derecha y allí logre ver un pequeño pueblo quemado, lleno de cenizas..
Miré a mi alrededor y de nuevo, volví mi cabeza hacia delante.
Una imagen se me había aparecido en la cabeza, la imagen de una pequeña ciudad muy hermosa, donde niños, adultos y animales vivían allí felices.
Una pequeña lagrima se me apareció por mis ojos. Bajé mi cabeza y golpee ligeramente el lomo de Zafi dándole la orden se continuar.

Allí, a lo lejos, se podía ver un nuevo color, el verdoso y largo pastizal de las Praderas, en donde había que pasar para llegar a Filia, nuestro destino, en donde supuse que encontraríamos a Gug junto a su caballo.
Pasamos lentamente, noté a Zafira un tanto confusa, como si supiera el lugar en donde nos encontrábamos..
Al rededor nuestro se encontraban Arboles con hojas verdes, era increíble ver aquel color en todos lados luego de ver siempre el mismo color dorado de la arena. Me bajé del lomo de Zafira al darme cuenta de que también tenía aquel presentimiento de que conocía el lugar. Caminamos un poco y nos detuvimos frente a un árbol que se encontraba alejado de los demás. Zafi comenzó a oler al rededor del árbol. era extraño, también conocía aquella parte.
Tras minutos de observar, unas imágenes se me vinieron a la mente. La imagen de un animal atacando a Zafi y yo allí, apuntándole. Otra imagen era Zafi dejándose tocar el hocico por mí, cuando yo aun era pequeño.
<<¡Claro! Aquí es donde encontré a ella, a Zafira, donde le salvé la vida de aquella Hiena>>
Seguimos camino, cruzando arboles y plantas del húmedo pantano..
Mis puntiagudas orejas, de nuevo captaron algo a lo lejos, un sonido distinto a los demás que habíamos escuchado en el pantano, era claro que no era un animal de allí. ¡Tenía ritmo!
Nos acercamos lentamente, en donde una persona nos esperaba bajo la sombra de un árbol, mientras que con sus dedos, tocaba un instrumento extraño echo con materiales del pantano.
-¡Gug! ¿Estas bien?- Le grité mientras largaba un suspiro-Te creí muerto.
-¡Joven arquero! Yo te creí muerto igual, pero no, aquí estoy.- Dijo con una mirada sospechosa
Había algo extraño en él, su mirada, su forma de hablar. Él se paró y con una leve voz dijo:
-¿Ocurre algo?
- ¿Que has echo con Gug maldito?
-No se de que hablas, soy yo- Dijo con una carcajada.
Sabía que algo ocurría allí. Saqué a Ladiel una vez mas, el cual entre el el verde de las hojas, impactaba su color dorado por su oro en ella. Até una de mis flechas en ella y apunté a Gug.
-¡Que quien eres! o disparo.
Gug dejó aparecer una sonrisa maleficia en su cara repleta de dientes afilados que hizo que me asustara. Tras eso, alzo su mano y chasqueó sus dedos haciendo aparecer alrededor nuestro una manada de Hienas
Me asusté, bajé a Ladiel y una vez mas, miré a Gug, su cara comenzó a desvanecerse en el aire junto con su cuerpo en una ceniza negra.
El árbol que nos cubría era muy alto, por el cual, no nos tocaba el sol. Las Hienas comenzaron a acercarse lentamente cada vez mas y mas..
Alcé mi vista al tener el presentimiento de que había alguien allí arriba, en el árbol.
Allí se encontraba Gug atado al tronco del árbol con una mordaza blanca en su boca, tapando cada sonido proveniente de ella.
-¡Gug!- Dije.
Recordé que Kaoru me había entregado junto con Ladiel, unas flechas especiales. No me había dicho para que servían, pero rápidamente, las saqué de la funda y apunté a una Hiena.
Al disparar, la flecha abrió su punta en cuatro partes, largando de allí, una especie de gas, que hizo a dos de las hienas Confundirse y atacarse entre ellas..
Las demás hienas, sin entender la situación, atacaron a las dos confusas..
Estábamos libres, era hora de aprovechar a sacar a Gug de allí.
Me trepé al árbol, Até una Liana a una flecha, disparándola con Ladiel, el arco sagrado al suelo..
Desaté a Gug del tronco y por aquella liana, nos deslizamos.
Las Hienas continuaban peleándose.
-Apurémonos, no se cuanto tiempo durará el efecto- Dije mientras con una mano en la espalda de Gug, lo empujaba lejos del árbol.
-Si- dijo él mientras se sacaba la mordaza de la boca.

Me subí al lomo de Zafi y Gug al de su caballo, el cual se encontraba escondido tras un arbol lejos de la situación.
-Debemos continuar- Dije mientras continuábamos nuestro "Pequeño viaje" por el mundo de la verdad.

sábado, 19 de octubre de 2013

Capítulo 11

Algo extraño noté en la fría cara de Gug al pasar por el lago que llevaba a la cascada. Una expresión un tanto decidida. Los oscuros y largos pelajes de nuestros caballos flameaban en el aire mientras que cabalgábamos sobre ellos por la fría selva...Noté a Gug largar un cálido humo de su boca cada vez que respiraba.
A lo lejos, llegábamos a ver una pequeña luz entre los arboles.
-¡Una Luz!- Gritó Gug mientras que de nuevo, largaba un humo blanquecino de su boca- Por fin saldremos de este lugar.
Esquivamos unos cuantos arboles hasta que por fin llegamos a aquella luz que aparecía en la punta de la oscura y fría selva.
Al salir, la luz nos iluminó la cara por completo, llevamos nuestros brazos a la cara, cubriéndonos del sol.
-¡Maldito sol!- Grité mientras me descubría la cara poco a poco.
Detrás de esa oscura selva, se escondía un caluroso y iluminado desierto. Tiramos de las riendas al ver a lo lejos una silueta oscura..
-¿Que diablos es eso?- Preguntó Gug sorprendido.
-No lo se- Le respondí mientras lentamente me bajaba de Zafira.
Me acerqué lentamente mientras que miraba los alrededores. La misteriosa silueta, tomaba el aspecto de una persona con una manta negra encima..
Desde lejos, Gug me gritaba:
-!¿Que es?!
Decidí tomar la manta que llevaba encima. Al sacarla noté que lo que estaba detrás de aquella manta en el desierto era un cadáver, así es, un cadáver, sin piel ni órganos, tirado en el suelo con una flecha clavada en su espalda..
Miré una vez mas la manta que llevaba y allí pude ver el logo de Filia.
<<¡Claro! Ésta es la persona que quiso matarme, que hirió a Zafira con una de sus flechas>>
-Me pregunto por que aún sigue aquí.
-¡¿Que es, Snaar?!- Me gritó una vez más Gug.
-Nada, Sigamos- Le respondí mientras me levantaba lentamente..
Tomé a Zafira de las riendas y me subí en su lomo. Seguimos camino..
El cielo iba cambiando de color, Si, llegaba el atardecer, mi etapa preferida...En donde los grandes y pequeños dragones vuelan a través del anaranjado paisaje.
Gug me notó extraño al verme mirar con alegría el cielo..
-¿Ocurre algo?-
-No, no es nada- Dije mientras bajaba la mirada disimuladamente..

Un sonido extraño pasó por mis oídos, ese sonido que había escuchado tantas veces, el sonido del dolor, del grito, de la muerte.
-¿Has escuchado eso?- Le pregunté
-Amm..No, ¿que debí escuchar?- Preguntó Gug tras una carcajada
Nos detuvimos a observar los alrededores, a deducir que habría sido aquel grito que escuché..
Tras minutos, Gug gritó:
-¡Corre Sylph, Corre!-
Miré hacia atrás..una manada de Hienas se acercaba velozmente hacia nosotros..
Rápidamente, golpeé el lomo de Zafira y seguí a Gug..
Las Hienas eran realmente muy veloces, ellas se acercaban al lado del Zafira y intentaban derribar mordiéndole los tobillos..
Rápidamente, Saqué a Ladiel, el Arco sagrado que me otorgó Kaoru, el rey de los Zakatsu..
La cargué con una flecha y disparé a una.
La Hiena cayó al suelo herida, quizás muerta. Aun quedaban unas dos mas..
Cargué otra flecha a Ladiel, Apunté a la Hiena que teníamos a nuestra izquierda. Por desgracia, olvidé mirar hacia mi derecha..Otra hiena se había enganchado con sus dientes al lomo de Zafira..
Mordió mi Brazo derecho y me tiro de ella..
Caí al suelo con la Hiena a mi lado, Levante la cabeza, A lo lejos pude ver a Zafira y a Gug correr con su caballo a toda velocidad lejos de mí...
-¡Augh!- Susurré mientras estaba en el suelo.
Rodé sobre mi cuerpo en la cálida arena del desierto..
Me arrodillé poniendo mis manos en el suelo y agachando la cabeza..
Mis puntiagudas orejas titilaron al sentir nuevamente, un sonido extraño, Un gruñido.
Lentamente, alcé mi cabeza y logré ver a la Hiena mostrando sus filosos dientes hacia mí..
<<Es mi fin, lo he intentado, eso es lo importante, Quizás pueda llegar a ver de nuevo a mis viejos amigos en la nueva vida, a Arty, a Wildo, y ¿quien sabe? Quizás a Gug y a Kazu en algún momento>>
Bajé la cabeza cerrando los ojos, mientras esperaba que la Bestia se lance ferozmente sobre mí..

De nuevo. Mis orejas captaron algo.. Tras eso, un golpe, Lentamente alcé nuevamente la vista..
Allí estaba mi fiel compañera, Zafira, lastimando una y otra vez a la Hiena. Le Sonreí.
<<Zafi me salvó la vida al igual que yo a ella aquella vez>>
Ella asustada, me relinchó y me subí débilmente a su lomo..
Corrimos a mas no poder, el viento impactaba demasiado en mi cara mientras oscurecía en el desierto.
<<Zafi, me salvó la vida...Me, me salvó la vida...>>

domingo, 13 de octubre de 2013

Capítulo 10

La cueva de la cascada donde nos encontrábamos, era realmente tenebrosa, y lo decía un elfo de 16 años el cual vio mucho terror.
Noté a Gugston muy feliz después de verle dado la propuesta de llegar a mi destino, a mi meta; Mostrarle la verdad a Kazuki y acabar con la bruja que acababa con cada vida que se cruzaba en mi camino, cada amigo, cada familia, cada ser vivo...
Gugston estiró su mano hacia mi con una sonrisa en la cara y felizmente me dijo:
-Snaar, le prometo que no moriré..soy fuerte, no moriré hasta cumplir mi sueño, hacer feliz a la gente que me rodea, la gente como tu, que tiene deseos muy importantes que deben ser realizados y el sueño de salvar a Mandrake, mi dragón, de esta terrible pesadilla-Dijo con la cabeza gacha-Confíe en mi, Sylph.
La verdad, Gugston era un buen guerrero, valiente, uno de esos guerreros que no se ven a menudo, uno de los que no se rinden jamás. Aveces tenía miedo de él, Tenía miedo de que la Bruja termine una vez mas con la vida de las personas que quiero.. Ya vi morir a dos grandes héroes de mi vida, Artyon: Mi gran amigo de la infancia, el cual me ayudo junto a Kazuki, a resolver mis problemas de pequeño, el que a pesar de ser chistoso, se preocupaba por mi, por Kazuki, por sus amigos. y a Wildo: Un gran héroe que pasó por mi vida, un héroe el cual a pesar que no llevase capa, antifaz y no tenga poderes, él fue el héroe que salvo mi vida, el héroe que se sacrificó para salvar mi vida, el cual fui su mejor amigo, su único amigo...
Bajé la mirada mientras pensaba en ellos dos, en que pasaría si pierdo una vez mas a un ser querido..
-No lo permitiré.-Dije entre dientes- ¡Acabaré con ella!
-Estoy contigo-Dijo Gug apoyando su mano derecha en mi hombro.
Lo miré y le dirigí una sonrisa.
-Soldado, valla a dormir, mañana será la partida, rumbo a Filia, en busca de Kazuki.- Dije mientras me alejaba de la cueva observando una vez mas al gran dragón blanco que esta vez estaba echado en el suelo.
-¿Filia?-Dijo con voz baja- ¡Si, señor!


Al siguiente día, una luz me despertó, la luz del sol.
Tapé mi cara con mis manos, apartándolas de la luz mientras me levantaba de la cama..
-Es hora- Dije.
La Habitación era bastante linda, no era como en Filia, todo de piedra y madera, sino que todo estaba echo de paja, bambú y hojas de palmeras, me la quedé observando bastante tiempo. Me dirigí hacia el armario, un armario muy bonito, tallado a mano, con siluetas muy extrañas. Lo abrí, allí dentro, encontré mucha ropa..
Me decidí por un atuendo extraño: una camisa azul echa a mano por los Zakatsu, la aldea en donde estaba alojado. Me probé la camisa, y un pantalón negro que encontré en un cajón.
-Genial.-Dije mientras dirigía mi mano izquierda al bolsillo del pantalón
Dentro de éste, había algo, rápidamente saqué mi mano con el objeto en mi mano, lo miré.
-¿Un Anillo atado a un hilo?- me pregunté.
Decidí colocarlo en mi cuello, en forma de collar.
-Me veo genial- dije mientras tomaba la funda de las flechas que estaba al lado de la cama.
Justo al lado de éste, se encontraba Ladiel, el gran Arco sagrado, el cual me obsequió Kaoru por ser para ellos el "Sylph". Lo tomé y con una sonrisa, bajé las escaleras de la torre en donde se encontraba la habitación. Salí afuera y una vez mas, allí, me esperaba Zafira, saltando y relinchando mientras que su pelaje se movía de un lado al otro entre la luz del sol..
-¡Zafi!- Dije mientras corría felizmente hacia ella.
Puse la montura sobre su lomo y tomé sus riendas mientras me dirigía hacia la zona de los tres templos
Los templos eran enormes, todos tallado a mano en forma de pirámides.
En la puerta de uno de ellos, me encontré a Gugston, esta vez, lo vi distinto. Claro, en la oscuridad de la cueva, solo con una antorcha, no podía ver su rostro ni nada. Ahora que lo tenia cara a cara, lo podía ver mejor.
Su pelo era azulado y largo hasta el cuello, solo un mechón se le cruzaba entre los dos ojos. sus ojos eran rojos y llevaba puesto un traje gótico gris y negro..
Tras él, se encontraba un gran caballo tan grande como Zafira, color Blanco..
Nos miramos mutuamente y nos dirigimos al templo central, en donde Kaoru, el Rey de los Zakatsu se encontraba sentado en su trono..
Mientras caminábamos hacia él, observábamos con atención el gran cuadro que estaba por encima de él..
Una persona a caballo, con Ladiel, el Arco sagrado. Junto a él, una persona con Xecron,  la espada de Hércules..
Aún no entendía que trataba de explicar..
-Buen día, señor- Dijo Gugston mientras se agachaba ante Kaoru.
Yo seguía observando el cuadro, ya hasta había olvidado a que íbamos allí..
-¡Snaar, al suelo!- Me gritaba Gug entre dientes mientras estaba agachado en el suelo..
-Ah, si, lo siento..- Dije.
-Con que quieren matar a Kali..- Dijo el sabio mientras que acariciaba su barba..
-¿Kali?- Pregunté..
-Kali, la Diosa Oscura, capaz de "Matar" sigilosamente a personas felices...
Kali...Kali...El nombre me invadía cada vez mas en mi mente, no paraba de pensar en aquel nombre, yo sabía que en algún lado, había escuchado aquel nombre...
<<¡Claro! Kali era la bruja de los cuentos que me contaba mi tío Kaizer cuando era pequeño>>
-Con que así se llama- Dijo Gug pensativo..
-Mucha suerte, Sylph, y a usted también, gran guerrero..- Dijo el viejo mientras se paraba lentamente.
Le sonreímos y nos pegamos media vuelta..
-La profecía...Está completa- Dijo mientras se daba vuelta para observar el gran Cuadro..

Tomamos nuestro caballo y nos dirigimos en sentido al Este..
Pasamos por el río, observe fijamente la cascada, en donde detrás de esta, se encontraba la cueva en donde estaba Mandrake, el Gran dragón blanco, Dios de la Sabiduría, de la curación..
-¡Que el Show comience!-

viernes, 4 de octubre de 2013

Capítulo 9

La blanca y escamosa piel del gran dragón blanco de ojos azules se volvía mas anaranjada al ser reflejada con el fuego de la antorcha. Mis ojos no paraban de verlo; a veces abría sus enormes alas y gruñía, largando de su hocico un gas blanquecino.
Al escuchar la historia de Gugson, me di cuenta que él tenía una meta y sabía que pasara lo que pasara, él no se rendiría hasta defender a su amigo y sacarlo de esa profunda cueva bajo la cascada.
Finalmente me decidí. Gugson no era una persona el cual conocía de mucho tiempo, pero me di cuenta que él me ayudaría tal y como yo lo ayudaría a él. Noté que el tenia una confianza en mí, al ser el gran "Sylph" del que todos hablaban en la Aldea...
Decidí otorgarle la Gran espada Sagrada de Hércules, para que él, junto a mí... Podamos cumplir nuestra meta, ayudándonos uno al otro, como hermanos.
Al sacarla de su funda, la cara de Gugson era pálida, sin emociones, realmente estaba emocionado...
-¿Ocurre algo, Gug?- Le pregunté asombrado- Pero bueno, si no la quieres, me la puedo quedar y combatiré solo...
-¿Eh?- Dijo Gug con una voz aguda- ¿Está loco, Sylph? Solo soy un simple Guerrero de esta pobre aldea, no merezco llevar el arma sagrada que usted merece...
Con un gesto gracioso, me acerque a él y susurrándole en su oreja le dije:
-¿Te digo la verdad? No se usar la espada...-
El silencio invadió nuevamente en la conversación, solo se escuchaba la larga y lenta respiración del Gran dragón blanco, ¡Ah! Qué lindo dragón...
-¿Qué? ¿Qué?- Repitió Gugston con un tono aun más agudo y fuerte.
-¡Cállate idiota!- Le grité tras lanzarme hacia él para taparle la boca- Nos delatarás...

Tras guardar silencio nuevamente, saqué mis manos de su boca y lo dejé hablar.
-Entonces...-Suspiró- ¿La espada es mía?- Preguntó.
-Ajam- Dije con una sonrisa de oreja a oreja.
Gugston vio nuevamente la espada que esta vez había dejado en el suelo y la tomó con sus manos...
Él abrió su boca y tomando la espada con sus dos manos dijo:
-Soy podero...-
Otro silencio en la cueva apareció. Miré a mis dos costados fijándome si allí había alguien por el cual Gug se había callado...
-Emm, ¿ocurre algo? Pregunté...
-No- Dijo bajando la cabeza decepcionado- Solo que creí que al tomar la espada sagrada, una Gran luz me rodearía como todo un dios.
-Muchas leyendas. Algunas no son reales, Gug- Dije con una carcajada..
-Lastima- dijo con voz baja...
Éste se dio vuelta rápidamente y viendo al dragón, alzo la espada con su mano derecha y dijo:
-¡Mira Mandi! ¡Tengo la espada de Hércules!-
El dragón, pareciendo entender, lanzo un gruñido hacia arriba lanzando fuego..
Mis orejas se movieron felizmente mientras en mi cara, se reflejaba una sonrisa..
-Bueno, Te contare mi historia, cual es mi propósito aquí y cuál es mi meta- Le dije mientras buscaba un poco de leña para armar una fogata delante del dragón.- Todo comenzó cuando...


Finalmente, al contarle la historia de mi vida, sin contar la parte de que provenía de Filia, noté a Gug un tanto ansioso, boquiabierto y raro...
-Entonces...Le dije mientras me levantaba- ¿Qué te parece si mañana por la mañana, salimos hacia el Pueblo del que te conté a buscar a Kazuki?
Gugston bajó la mirada angustiado.
-Pero, por qué quieres verlo de nuevo? ¿No te mataría? tu mismo lo dijiste, Te odia.-
-Lose, pero haya pasado lo que haya pasado, Kazu es mi amigo, y tras el trayecto de mi vida, perdí ya, muchos amigos, Artyon, Wildo. No volveré a dejar que suceda de nuevo..
No volveré a dejar que aquella Bruja que mató a Arty se apodere de mi y mate a todo lo que me rodee, a todo lo que amo...
Por eso, con él iremos a por la Bruja... pero antes, debo mostrarle a Kazu la verdad...
-Estoy contigo, Sylph- Dijo Gug mientras se levantaba y estiraba una mano hacia mí.
-Llámame Snaar- Dije con una sonrisa mientras que dirigía mi mano hacia la de él para estrecharlas
-Claro, Snaar- Dijo con una carcajada-¿Entonces, nos vemos mañana?
-Si, prepara tu caballo, mañana salimos rumbo a Fi...Quiero decir, al Pueblo del que vine-
-¡Si señor!- Dijo con una sonrisa de oreja a oreja mientras dirigía su mano derecha a su sien.



viernes, 20 de septiembre de 2013

Capítulo 8

El fuego de una gran antorcha iluminaba el gran pasillo por el cual el viejo me guiaba...
-¿A donde me lleva?- le pregunté..
-Le otorgaremos las Armas mágicas, Sylph..- me respondió él con una voz ronca..
Me acerque lentamente a los guardias que tenía a los costados míos..tenía que sacarme la duda... ya no podía resistir. -Disculpe, pero ¿alguno de ustedes sabe la edad del viejo?- les susurre..
Los guardias guardaron silencio..
-Ah, Cierto...No saben español...- Dije mientras bajaba la cabeza..
El viejo era realmente muy misterioso, era bajo, tenia una cabellera larga y blanca, en su cara llevaba muchas arrugas, por lo que se notaba que era un anciano..
Por minutos pensaba, ¿a donde me llevaran?  ¿Será finalmente mi sacrifico? ¿Mi muerte?
-Es aquí- dijo el viejo mientras movía sus manos, ahuyentando a los guardias..
Detrás de él..se encontraba un cofre..era muy extraño.. ¿Donde estoy? ¿Que significará aquel cuadro del templo?
Todo era muy misterioso..
El viejo dijo unas palabras en su idioma y misteriosamente, el cofre se abrió.. me asomé por su hombro para ver lo que se encontraba en su interior..
-Atrás- dijo el viejo..
-Ah, bueno, lo siento..- dije mientras largaba una carcajada..
-Yo...Kaoru, Rey de los Zakatsu, te otorgo a ti, Sylph, Dios de la protección.. a Ladiel, el Arco sagrado..-
Dijo el viejo mientras en sus manos mostraba un gran arco dorado..
Mi cara reflejaba a un niño con un juguete nuevo.. estaba tan feliz..
Lo tomé con mi mano derecha y lo até a una flecha..
-¿Como me veo, eh? Ja!- Dije felizmente..
-Como todo un dios, Sylph..-
Eso no es todo..la profecía..también dice que el Sylph no solo llevará a Ladiel el Arco sagrado, sino que también a Xecron, la gran espada de Hércules..-
Confundido, tomé la espada con mi otra mano..pero algo raro sucedió...al agarrarla..la espada me pesó demasiado, eh izo que cayera al suelo..
-Jejeje- dije mientras sonreía al ver al viejo feliz..
-La profecía se está completando.. es hora de que cumplas con tu misión, dios de la protección..
proteger nuestra aldea de ellos..- dijo el viejo mientras que se iba de regreso al templo..
-¿Ellos? ¿Quienes?  ¿Quien es Mandrake?-
Muchas preguntas se me venían a la cabeza en ese momento..
El día se paso en unas pocas horas..
Me acosté en la cama que se encontraba en una habitación que Kaoru el viejo parlanchín me había dado..-
era realmente muy cómodo..en verdad me sentía como todo un Dios..
Miré la luna a través de la ventana, calculé que eran ya las doce de la noche.. desde aquella torre, se veía muy bien el lago..
-Tranquilo, aquí llegue, soy yo..- Escuché a través de la ventana..
Curiosamente, me asomé a esta..allí al lado del rio, logré ver una persona encapuchada dirigiéndose a la cascada. Rápidamente, bajé y lentamente lo seguí..
Pasé por la cascada..y allí logre verlo..
-Tranquilo, Aquí estoy..- repitió el misterioso hombre..
-¿Quien eres?- Pregunté mientras dirigía mi mano a mi espalda para tomar el arco..
-No se asuste, no haré daño..solo vine a verlo a él..soy de aqui..mi nombre es Laider Gugson..me puedes llamar Gug..- Dijo el misterioso mientras alzaba sus manos asustado..
-¿Él?  ¿Quien?- pregunté curioso..
-A Mandrake..- respondió bajando la mirada..
al decir estas palabras, alumbró con su antorcha hacia delante..
Rápidamente, alcé la mirada..y allí logré ver un enorme dragón color Blanco..
-¡WOW!
-¿y que haces aquí?- Pregunté asombrado..
Mis ojos no podían dejar de ver a ese enorme dragón..
-Cuando era chico, encontré lejos del pueblo un huevo extraño, sin que mis padres ni el pueblo se diera cuenta..lo cuidé como si fuese mi hijo o mi hermano..él creció..hasta que un día..una manada de lobos lo atacó haciendo que Mandrake Rugiera..
Kaoru mandó guerreros a ver que era eso..intenté esconderlo..pero ya era demasiado tarde, Capturaron a Mandrake y lo encerraron aquí por muchos años, solo..por lo que ahora él se encuentra muy deprimido..-

-¿y que quicieras hacer?- le pregunté..
-Cuando lo encerraron aquí detrás de la cascada del pueblo..le prometí a Mandrake que vendría todos los días a visitarlo..
Así que, aré lo posible para sacarlo de este infierno..
¿No es cierto amigo?-
Dijo mientras acariciaba la trompa del dragón..

-El viejo habló de unos tales "Ellos" que querían matar a Mandrake..- Le dije sarcásticamente..
-Si, no muy lejos de aquí se encuentra un pueblo llamado Filia, el cual se encuentran dos tipos de razas distintas, Elfos y Humanos..ellos intentan capturar a Mandrake y usarlo para curarse a ellos mismos..ya que él es capas de curar seres vivos..-
Sabiendo que hablaba del mismo pueblo del que yo venía..bajé la cabeza..
-Si supiera que yo vengo de allí..me querría matar y no confiaría en mi..- pensé
-y dime, ¿tu que eres de aquí en el pueblo?- le pregunté mientras seguía observando al dragón con mis claros ojos..
-Soy un Guerrero..mi meta es matar a cada Persona que se acerque a Mandrake con el propósito de matarlo o capturarlo y finalmente, liberarlo de allí..ya que eso fue lo que le prometí..que cuidaría de él siempre..-
Mi cara dejo de observar al dragón, bajé la cabeza y un silencio se invadió entre nuestra conversación
rápidamente..dirigí mi mano a mi cintura..
-Yo, el Sylph, dios de la Protección..te otorgo a Xecron, la espada de Hercules..y te otorgo ser mi fiel compañero..te prometo que lograras cumplir tu meta..- Dije mientras sacaba la espada sagrada de la funda que se encontraba en mi cintura..



viernes, 13 de septiembre de 2013

Capítulo 7

Algo extraño pasaba por mi mente al mover aquellas ramas del bosque, no pude distinguir que era, solo recordaba la figura de dos personas yéndose hacia el sol. no supe por que dos personas irían hacia el sol..
Al correr las ramas, un rayo de luz me iluminó la cara, levanté mi mano derecha y la alcé para cubrirme el rostro..
-¡Oh por Dios!- dije...
Pudimos notar una pequeña aldea de indígenas el cual estaba compuesto por tres templos sagrados en ronda.
Quisimos acercarnos a ellos..pero nos dimos cuenta que un río nos dividía de los templos. busqué piedras pesadas y grandes para ponerlas en forma de hilera en el río y así poder pasar..
pero, algo extraño sucedió..
me paré en la punta del río, respiré hondo y mirando hacia los templos me dije "Allí vamos", al decir estas palabras, sentí una mano apoyarse en mi hombro derecho, giré mi cabeza rápidamente, y allí no había nadie..
me pareció extraño..
Finalmente, pasamos por las piedras. Unos humanos con vestimentas extrañas, nos tomaron por los brasos mientras que nos decían algo en un idioma extraño que no pude entender..
noté a los humanos discutir entre si, hasta que finalmente, me llevaron hacia el centro, en donde los tres templos, nos rodeaban.
Miré asombrado para todos lados..
-Wow..- dije..
Los pequeños humanos me miraban raro. me llamaban "Sylph". Pasó poco tiempo, finalmente entramos a uno de los templos, en donde nos esperaba una larga alfombra, en sus costados, mas humanos con sus lanzas mirándonos atentamente..
Parecía ser un templo sagrado; y al poco tiempo, logré sacarme la duda, al llegar al final de la alfombra y ver un viejo observándome sentado en lo que parecía, un trono. los humanos que estaban detrás mio me golpearon en las rodillas, por lo que caí de rodillas al suelo..mis manos estaban atadas y yo realmente estaba muy cansado..
El viejo comenzó a hablar en su idioma extraño, levanté mi cara, el viejo, muy formal seguía hablándome en su idioma mientras que tenía los ojos cerrados..
-Ajam, ¿ahora en un idioma que pueda entender?- respondí curiosamente..
El viejo asombrado, abrió los ojos y me vio..
Creí que se habría asustado, ya que al verme el rostro, gritó y se agarró el pecho..
Los guardias corrieron a su lado y lo ayudaron..
-¡Sylph!  ¡Sylph!- repetía el viejo..
-No señor, se esta confundiendo de persona, déjeme presentarme, mi nombre es..- dije mientras me levantaba..
-HEY!- Gritaron los humanos al verme parando, corrieron a mí y me empujaron de nuevo al suelo..
El viejo me miraba muy extraño, como si fuese una persona que no hubiese visto hace años..
que creo que por sus años, habrán sido muchos años..
El templo guardó silencio una ves mas, yo atentamente al extraño viejo que hablaba extraño, escuchaba lo que decía..
Éste se dió vuelta y señalando un enorme cuadro que tenia en sima de su trono, el cual era muy extraño, mostraba una persona con alas, con un arco y flecha sobre un caballo apuntando un enorme oso, y a su lado, otra persona con una gran espada..
-¡Sylph!- seguía repitiendo el viejo..
-disculpe señor, mi nombre es Snaar, no se de que habla..- le dije extrañamente al viejo..
Pegándose media vuelta de nuevo, el viejo me dijo:
-Nuestro pueblo siempre ha creído en que algún día, el Sylph, nos salvaría a nosotros y a Mandrake-
-ah, con que al final, si hablaba español..- dije asombrado..
El sabio anciano, con su enorme báculo, me dijo:
-Sígueme, Sylph
Los guardias, me desataron las manos, y lentamente, seguí al viejo por un pasadizo que se escondía bajo una puerta el cual estaba escondida bajo su trono..
-Nosotros somos un pueblo, el cual se nos conoce como Zakatsu, defendemos y protegemos nuestra aldea y a Mandrake, el dios de la sanación...-
-Disculpe, pero ¿quien es mandrake y a donde estamos yendo?
-Sylph, le entregaremos las armas mágicas..-
-¿Armas mágicas?- pensé mientras me quedaba con la duda de saber quien era ese tal "Mandrake"

-Como Sylph, dios de la protección de los Zakatsu..yo te otorgo, a "Ladiel" el arma sagrada, pero a cambio, hay algo que debe cumplir...-Me dijo misteriosamente el viejo mientras se dirigía a un cofre...

viernes, 6 de septiembre de 2013

Capítulo 6

Entre la fría neblina, Zafira y yo escapábamos de Quilla.. Me sentía muy mal; bajaba la cabeza apenado y dejaba caer algunas lagrimas..
-¿Tendré que morir para dejar de lastimar a las personas?- pensaba todo el tiempo...
entre la neblina..a lo lejos pudimos notar una pequeña aldea abandonada, quemada, destruida...toqué lentamente el cuello de la yegua y nos dirigimos hacia allí. parecía una aldea de indios, solo que completamente destruida..
-¡Aaagh!  ¡Agh!- logré escuchar..
-¿Quien anda ahí?- dije mientras lentamente sacaba una flecha de mi funda y la ataba a mi arco..
-A...ayúdame, niño...- decía la misteriosa voz que venia debajo de unos arboles caídos..
decidí acercarme sigilosamente con el arco y flecha en mano..
al correr los pesados arboles que tapaban la voz, noté ver un humano. pero no cualquier humano..éste también tenia arco y flecha, estaba encapuchado y en su túnica un logo que reconocía de algún lado el cual me le quedé viendo por un rato..
-¡¡ERES DE FILIA!!- dije yo asustado al recordar el logo..

                                                                                                                  Tomé fuertemente mi arco y apunté al humano. -¿Que haces aquí, maldito, acaso vienes de parte de Kazuki?- dije enojado
-JAJAJA..me disparas...¿Snaar? vamos, ¡dispárame!- se burlaba el humano mientras que se reía..
-¿Que sucede? ¿acaso tienes miedo elfo miedoso? mira esta caña de pescar, la reconoces? JAJAJA- decía el humano mientras largaba una pequeña carcajada..
-Tú, mataste a Windo..- grité
-Noo, pequeño elfo...tú lo mataste..-
Mientras que me recordaba la muerte de Windo..mi cara quedaba petrificada...
-¡Eres tan solo una pequeña basura de orejas puntiagudas! ¡vamos disparáme! -me gritaba..
detrás mio, oí el relinche de Zafira..
corrió hacia el, se paró en dos patas para atacarlo..
Bajé mi arco y flecha y en voz baja dije.. -¡Alto Zafira!
El caballo sin entender porque, me miró y retrocedió..
-Vete, vuelve a Filia y dile de mi parte a todos los de allí, que sigo con vida, que no me busquen, por que no nos encontraran..-
-Ja! marica..- dijo el humano mientras que se dirija hacia el desierto..
me subí al lomo de zafira y nos dirigimos hacia el oeste..
no pasaron menos de un minuto, mis elficos oídos oyeron un disparo..me dí vuelta velozmente...Allí estaba de nuevo, el humano..
la flecha impactó fuertemente en la pierna derecha trasera de Zafira. Ésta relinchó fuertemente y caímos al suelo..
-NOO!!- grité..
Saqué una flecha velozmente, la até al arco y con mucha fuerza, disparé a la espalda del humano mientras que lo veía escapar..
logré dispararle justo en el blanco, no lo podía creer, le había disparado a una persona por primera vez, sin miedo..
-¿Estás bien Zafi?- le decía mientras la acariciaba..
Tomé fuertemente la flecha que estaba impactada en su pierna y tiré fuerte para sacarla..
su pierna estaba llena de sangre y ella lloraba..
estaba muy asustado, me quité la remera y la corte algunas partes para hacerla mas larga..
la até fuertemente a su pierna y se quedó calmada..
-No, espera elfo, perdóname, no quise dispararte, prometo no molestarte mas..no me dejes morir así..- decía el humano de lejos en el piso con la flecha atravesada en su cuerpo..
-¡JA! Morirás como mataste a mi amigo, Windo.. vive como puedas..- le dije mientras tomaba a Zafira de su pelaje y nos dirigimos al bosque..
-Zafi, prometo cuidarte siempre..yo sé que nunca me abandonaras ni yo a ti..-

al poco tiempo notamos un lugar dentro del bosque tapado completamente por ramas, nos dirigimos allí..
y al correr las ramas y ver...
-¡Oh por dios!- dije..
                                                                                                                                                                          

viernes, 30 de agosto de 2013

Capítulo 5

Una familiar voz me despertó, intenté reconocerla, ésta decía:  -Snaar, no te rindas, sigue tu camino y haz que todos sepan la verdad-
con el tiempo logre abrir los ojos, sentarme en la cama y ponerme a pensar en esa voz que algun tiempo atrás habría oído.  -¿Quien será?...- me dije a mi mismo mientras me agarraba de la cabeza pensativo..
sin nada que decir, me levanté dirigiendome a la ventana y dije: -Hoy será un nuevo día..-.
Agarré las cortinas y fuertemente las corrí..
-Quilla es realmente hermoso- pensé. La ventana de mi habitacion daba a la calle principal del pueblo..
Allí había carretas, hombres, mujeres, animales..pero algo me llamo la atención..tambien había niños corriendo y jugando con sus amigos..lo cual me dejo pensando en Kazuki y Artyon...cada vez que los miraba..me recordaba a ellos..en ese momento, una lagrima se escapó de mi ojo izquierdo..
-Tranquilo Snaar, hay millones de personas a quien conocer aún-
-N...no, ¡Kazu es mi amigo! y le demostrare cual es la verdad- me decia a mi mismo mientras que mis ojos titilaban llorosos..
Me cambié, tome mi arco y salí hacia la puerta..una vez que la abrí, Allí estaba Zafira saltando y relinchando de la emoción. Abrí su corral y lentamente me subí a su lomo, la yegua feliz, trotó rapidamente a la calle, por poco logre tomarme de sus pelos y no caer..
-¡¡Alto Zafira!!- Repetí varias veces..
una ves que frenó, recorrimos todo el pueblo y decidimos pasar por la entrada a saludar al elfo que nos recivió..en ese momento era la unica persona con quien me llevaba..
-Hey, Snaar.. ¿Como pasó la noche?- Preguntó el noble elfo con su voz grave.
-De maravilla, señor- respondí levantando mi mano..
Noté que estaba ocupado escribiendo algo.
-Por favor, llameme Windo- exclamó él.. mientras que yo mirandolo desde abajo sonreía..
-Le gustaría ir a pescar al lago en un rato? un regalo de bienvenida al pueblo- Dijo Windo mientras largaba una carcajada.
Cerre levemente los ojos mientras que pensaba en que por fin ya estaba consiguiendo un amigo..una persona que apreciaba como era..a pesar de que fuese nuevo en el pueblo..no creo que a cada persona nueva la invite a pescar..
Finalmente, asenté con la cabeza..

Eran las cinco y media, me acerque a la entrada de Quilla, en donde me encontraría con el..
dejé a Zafira en un corral cercano y caminando, fuimos hacia el norte del pueblo..
en las afueras, habia un bello lago rodeado de arboles y iluminado por grandes faroles..
Windo me prestó una caña..
Estaba todo tan tranquilo..
-¿Que le parece Quilla, Snaar?- Me preguntó..
-Es realmente muy bonito, le respondí..-
-Sabe, usted es un gran amigo para mi..no suelo llevarme bien con personas nuevas en el pueblo, todos creen que por ser alto y llevar barba, soy malvado...ústed es un gran amigo...-
Estaba tan feliz de lo que acababa de escuchar, que solté la caña..
-Por fin, alguien que me aprecia, quien piensa que soy un gran amigo, lo conseguí..- Pensé
pero entre el silencio, mis puntiagudas orejas detectaron algo del otro lado del lago..
Algo que me hizo mirar fijamente hacia allá..
-Oh no..- Dije al ver un Humano con un arco escondido entre los arboles mientras que me apuntaba..
Me tapé la cara con mis brasos y me tire hacia atrás..
Escuché el disparo de la flecha, creí que moriria..
-¡¡Agh!!- Escuché..
Me destapé la cara y frente a mí lo ví a él..
-Noo, ¡¡Windo, que has echo!!- Grité mientras que mi cuerpo estaba inmovil del susto..
Miré su cuerpo..él estaba parado frente a mí con los brasos hacia los costados..
y en su pecho, una flecha lo atravesaba..
-De..debes huir, Snaar- Me susurró Windo mientras que moría poco a poco del sufrimiento..
-Win..Windo..-
Rapidamente, chiflé y allí aparecio Zafira, rapidamente, me subí a su lomo y corrí lo mas lejos que pude de Quilla..
-¿Que será de mi? ¿tendré que morir para no hacerle daño a las demas personas?- pensaba mientras que mis ojos lloraban..

sábado, 24 de agosto de 2013

Capítulo 4

Eran las siete de la noche, yo junto con el caballo caminábamos bajando las colinas a pie. Finalmente nos topamos con un cartel que nos asombró, éste decía: Bienvenido a Quilla.- nos miramos el uno a otro y seguimos caminando. En la entrada a Quilla nos encontramos a un gran elfo el cual nos recibió amablemente.
-Buenas noches señor, mi nombre es Snaar y me gustaría quedarme en Quilla por un tiempo, ¿es eso posible?- le pregunte al sabio elfo mientras tenia abrazado al caballo con un brazo..
-Por supuesto que si, caballero, siga me..- dijo el sabio elfo con una sonrisa en la cara.
Yo estaba tan feliz de saber que aquí no sabían nada de lo ocurrido en Filia, así que seguimos al amable elfo mientras oía que nos decía: -Cualquier cosa que necesite, puede acercarse a la entrada del pueblo, ahí lo recibiré yo.
Yo asintiendo con la cabeza dije -Claro, Gracias-. Realmente Quilla era muy hermoso, sus calles eran de piedra, las cabañas eran grandes, cada calle estaba iluminada de grandes faroles y obviamente, había personas caminando por todos lados..
Mientras que veía estas cosas, algo me llamó la atención, la gente se asomaba por las ventanas de sus casas para verme pasar, las personas que hablaban con otras, dejaban su comentario para verme alegremente..
Era raro, parecía como si nunca hubieran visto a un nuevo vecino por su pueblo..
Continuamos nuestro camino siguiendo al elfo, el cual al rato, notamos que se había detuvido en un una cabaña..
-Por aquí, señor- dijo amablemente el elfo mientras abría la puerta de la cabaña..
-Muchas gracias, pero tengo una pregunta...¿donde dejaré este caballo?-Le pregunte tímidamente..
-¿Caballo dices?- exclamó el gran elfo con su voz grave mientras largaba una carcajada
-¿Ocurre algo, señor?-
-Es una yegua de unos 4 años de edad- dijo el elfo con la carcajada en sima..
Quedé helado, todo este tiempo creí que era un caballo hombre..
-¡¡¿Una yegua?!!- grité asombrado.
Noté al animal reírse tras ésto.  Desilusionado sabiendo que ella sabia era una yegua, empuje su enorme cabeza molestándola...
-Hmmm...te llamaré Zafira- Anuncié mientras pensaba un nombre..
Tras decir estas palabras, noté al elfo retirarse por donde vino diciendo -Que tenga una linda noche, Snaar-
Até a Zafira a una baranda de madera que había allí al lado de la cabaña y guiñándole un ojo le dije:
-Buenas noches, Zafi-

viernes, 23 de agosto de 2013

Capítulo 3

Ya pasaron dos años desde que me fui de Filia, mi hogar. Tuve que sobrevivir con las cosas que tenia alrededor; Cazando animales, cultivando frutos, pescando enormes peces...
Logré armarme una pequeña casa de madera en donde poder vivir por un tiempo.
Aveces pensaba en lo solo que me sentía, sin amigos, sin familia... me acostaba en las montañas que rodeaban el área, contemplando el cálido atardecer mientras y observando los grandes dragones pasar volando por encima mio; y pensar en lo lindo que sería volar...
Al sentirme solo, pensé: Que mejor seria dirigirme a otra ciudad y comenzar todo de nuevo, nuevos amigos, nuevas experiencias. un lugar en donde no sepan lo ocurrido en Filia.
Por ese caso, tomé mi arco, mi funda para las flechas y caminé en sentido al Sur..
Mientras caminaba, no podía dejar de pensar en Artyon; en como se debía sentir su familia, yo en se momento estaba muy preocupado. Pero al poco tiempo, algo me detuvo. Miré hacia mi derecha y allí estaba, una Hiena, atacando a un indefenso Caballo. Al ver esta situación,quedé paralizado...
Tomé con fuerza mi Arco y con mi mano derecha agarre una flecha..estaba asustado, yo quería salvar a aquel caballo..pero el miedo me impactaba..
Apunte al lomo de la Hiena, cerré fuertemente mis ojos; y solté la flecha. Llegue a escuchar el chillido de la hiena Lastimada, como si la flecha hubiese impactado sobre ella. Rápidamente, abrí mis ojos.. y ahí estaban, La Hiena por un lado, con la flecha clavada en su lomo, y el Caballo con sus patas traseras lastimadas, Vi al animal sufriendo, intenté acercarme lentamente, pero evidentemente el caballo estaba muy asustado, alcé mi braso hacia delante y lentamente me fui acercando. Vi sus patas..estaban rodeadas en sangre.. Yo solo quería ayudarla
La miré a los ojos y instantáneamente noté como se tranquilizo, acaricié su trompa levemente y bajé la mirada. Realmente era un caballo hermoso, tenía un color marrón y en su cabeza le cruzaba una blanca mancha en forma vertical.. -Tranquila, no te aré daño...- susurre mientras acariciaba al animal..
Tomé sus patas heridas, llegue a notar que perdía mucha sangre, por ese caso, tome una flecha y corte un pedazo de mi camisa..
-Te curare, estarás bien- repetía mientras le ataba la tela en sus patas.
sus ojos estaban rojos, noté que estaba muy cansado, por lo que decidí esperar a que se despierte y se recupere..
Me armé una fogata frente nuestro y con mi cabeza apoyada en su lomo, nos dormimos bajo las estrellas..
Al día siguiente me desperté, ya era de día y mi cabeza estaba en el suelo, decidí darme la vuelta para ver al caballo pero no estaba mas allí..me desesperé.. me metí en los pastizales de la pradera y comencé a silbar..
Detrás mio oí unos pasos, al darme vuelta, allí estaba, aquel hermoso caballo del cual me enamoré..
me acerqué a él y acaricié su trompa.. nos quedamos unos minutos cara a cara mirándonos fijo, hasta que decidió irse por su camino, y yo no tuve otra que, seguir el mio..
Me di media vuelta y caminé en sentido al sur.. vi al caballo irse, era tan hermoso, me alegré de a verle salvado la vida.. quien sabe que hubiese pasado si no lo ayudaría..
Seguí caminando, ya eran las seis de la tarde, el sol se escondía poco a poco y se acercaba el mejor momento del día, el atardecer, cuando los dragones vuelan a sus cuevas entre el anaranjado paisaje..
Sentí como el fuerte y fresco soplido del viento impactaba en mi cara mientras que mis ojos permanecían cerrados.
Sentí unos pasos detrás mio, no creí que fuese el caballo, por lo que decidí abrir los ojos y darme la vuelta..
y allí estaba, con su largo pelaje que volaba hacia un costado mientras que el hermoso paisaje se reflejaba detrás de él.
-¿Vienes?- dije con una sonrisa de oreja a oreja luego de notar que se acercaba al lado mio..
Decidí subirme a su lomo y tomarme de su pelaje..
el gran caballo marrón comenzó a trotar cada ves mas y mas rápido, el viento ahora impactaba mas en mi, logre abrir mis brasos y cerrar mis ojos; sentía que podía volar, fui tan feliz..
Finalmente, pasaron unos minutos y el caballo había frenado en la sima de una colina en donde detrás nuestro dejábamos el atardecer para darle un comienzo al anochecer, el cual estaba delante nuestro..
a lo lejos se podía observar un pequeño pueblo escondido entre mas montañas con faroles encendidos..
Miré al caballo sonriendo y golpiandole suavemente en su cuello le susurré: -Vamos...-

jueves, 22 de agosto de 2013

Capitulo 2

Al día Siguiente, una campana me despertó..era la campana de la iglesia, me pareció raro que sonara y mas a esa hora de la mañana..así que me cambié y salí..
Al abrir la puerta de mi casa, logre ver pasar a todos mis vecinos por la calle de tierra que da a mi casa, los noté decepcionados, angustiados..
Sin Nada que decir, los seguí..
Al cabo de los minutos, llegamos a la plaza central, la que da al templo del rey Kaizer, mi tío..
Todos ansiosos por saber lo ocurrido gritaban y aplaudían..
Al poco tiempo, una sombra apareció entre las Puertas sagradas del templo, junto a los arqueros elficos..
Yo en ese entonces era muy pequeño..no pude ver su rostro..
Me dí vuelta y logre ver un Árbol el cual decidí treparme a el y observar desde allí..
El rey Kaizer anuncio
-Damas y caballeros, hoy nos hemos reunido, solo por una causa..La perdida de un niño Humano..Misteriosamente desapareció, Ahora su familia esta desesperada por encontrarlo-
Yo, asustado sabiendo que hablaban de artyon, bajé la cabeza..
-Señor!- se escucho entre el silencio..
Era Kazuki entre la multitud..
el rey asintiendo con la cabeza lo dejó pasar al escenario a decir unas palabras..
y yo atentamente, escuchaba desde el árbol..
-Amm..Hola, mi nombre es Kazuki-
-Artyon era mi Mejor Amigo y lamento muchísimo lo ocurrido..-
Entre el silencio, se escuchaban los llantos de los Familiares..
-Pero HOY!  Les traigo el culpable de su Muerte!!- Gritó Kazuki con una Sonrisa Maleficia..
La multitud Asombrada levantó su cabeza para escuchar..
-Lo eh visto con mis propios ojos..Y ALLÍ ESTÁ!- Gritó con furia Kazuki mientras señalaba con su dedo indice el árbol en donde yo estaba..
La gente que estaba reunida en la plaza..se dio vuelta rápidamente..
Ellos comenzaron a Gritarme y insultarme..
Yo estaba Muy asustado..por lo que caí del Árbol..
Kaizer, Alzó la voz y fuertemente gritó
-ES IMPOSIBLE!! Snaar, mi sobrino, es imposible que halla matado a su mejor amigo!-
Kazuki empujó a Kaizer al suelo y anunció..
-¿No me creen? Vallan al Precipicio del Bosque y verán-
Mis ojos llorosos no paraban de titilar..mi piel se ponía como la de una gallina..
-Así es! como mi Padre decía.. "Los Elfos son in confiables!"- Gritó Kazuki
Tras eso, Noté a los Humanos Golpearse con los Elfos..
Corrió mucha sangre..y creo que lograron ganar por ventaja los Humanos..
No puedo recordar ese momento..ya que decidí correr lo mas lejos que pude..Lejos de Filia..
Mientras que caminaba por el desierto..
en mi mente no paraba se sonar una voz que todo el tiempo decía
-ME VENGARE SNAAR KAIZER-

Capítulo 1

Ya han pasado quince años desde que la tragedia ocurrió. El pueblo élfico y humano estaban aliados; yo apenas tenía doce años y aunque muy pocos lo recuerden, ésta es una historia que nunca olvidaré. Los elfos y humanos estaban aliados se ayudaban, eran amigos: era tan hermoso.
Sin embargo, no pasó mucho tiempo desde que eso se acabó. En aquel entonces yo tan solo era un pobre niño elfo que lo único que hacía era jugar con sus dos mejores amigos humanos:  Artyon y Kazuki; y, obviamente, a pesar de ser de distintas razas nos llevábamos de lo mejor. Corríamos por la Plaza Central, jugábamos a las escondidas por el pueblo...Pero, un día, a Artyon se le ocurrió salir a las afueras de la ciudad.
Nuestro territorio estaba protegido por los guardianes, unos elfos que yo admiraba mucho por sus impresionantes habilidades de arquería. Yo con mucho miedo le respondí:
-¿Estás loco, Arty? Sabes que no podremos salir de Filia hasta que tengamos 18 años
Pero él, con su gran sentido del humor, no le dió mucha importancia a lo que dije. Intenté detenerlo, pero era obvio que él estaba seguro de lo que hacía. Tomó mi brazo y tiró de mí hasta llevarme por un pasadizo en las afueras.
En ese momento creí que moriría. Mi tío se molestaría mucho de tener a un sobrino maleducado.
-Tranquilo Snaar,- me decía Artyon sonriendo.
Yo seguía pensando en mi tío, en como me mataría si se enterara; yo sabía que esto terminaría mal, Pero igual decidí seguirlos. Kazuki nos seguía: él era muy tranquilo, casi nunca se metía en líos. No sabía por qué estaba allí. iba detrás nuestro con las manos en los bolsillos y la mirada gacha. Al lograr pasar el túnel que nos llevaba a las afueras de Filia, me quedé petrificado observando el extraño paisaje:
bosques frondosos, muchos animales que no conocía, pantanos inacabables, lagos infinitos; me sentí libre por primera vez.
Decidimos detenernos en un bosque ya algo más lejos de Filia.
-Un bosque,- Artyon gritó entusiasmado. -¡Miren chicos. por allí sigue, vamos!
Yo no quería ir más lejos de lo que ya estabamos, a pesar de que sabía que cuanto mas lejos fuera mas cosas encontraría. Vi a Kazuki; él estaba agachado mirando una pequeña ardilla que andaba merodeando por el bosque. Como noté que estaba ocupado, lo dejé y me escabullí por donde había ido Artyon. Pero, al cruzár los árboles que llevaban a una zona iluminada...
-¡¡Arty!!- grité.
Ya era muy tarde. El bosque llevaba a un gran acantilado con un enorme precipicio y en la punta de éste, estaba mi amigo Arty. Llegue a notar que estaba poseído por un tipo de espectro negro. Me recordó demasiado a los espectros de los cuentos que me contaba mi Tío de pequeño, los de las brujas.
Sin poder creerlo noté que había una de ellas estaba flotando en el precipicio frente a Arty. Corrí lo más que pude para poder detenerlo pero no logre llegar a tiempo. Cuando quise agarrarlo, cayó.
 No podía creerlo: mi mejor amigo había muerto frente a mis ojos y yo no pude hacer nada para detenerlo, y la pena me invadia más y más. Me arrodillé sobre el acantilado y con mis ojos fijos en el avismo grité lo mas fuerte que pude su nombre.
Kazuki, quien estaba distraído al ver las afueras de Filia oyó mi grito y rápidamente se acerco por el bosque.
-¡¿Qué sucede?!-  gritó acelerado.
-Kazu... Ar... Arty...- tartamudeé al intentar contarle lo sucedido..
-¡Qué has hecho! ¡maldito elfo! ¡Has matado a mi mejor amigo!
-Ka... Kazuki, nn... No...
-¡Me las vas a  pagar maldito elfo! ¡Morirás! ¡Te lo aseguro!- gritó enojado Kazuki mientras le lloraban los ojos.
Yo traté de explicarle pero el miedo que tenía dentro era enorme y cuando me decidí me di cuenta que Kazuki ya estaba corriendo hacia Filia.
-¡¡por qué!!-grité mientras que la luz de la luna brillaba sobre mí.